¿Tu perro está estresado? Detecta y alivia el estrés en tu mascota

En nuestro mundo cada vez más ajetreado, no solo los humanos experimentamos estrés; nuestros animales de compañía también pueden sufrir sus efectos. Reconocer los síntomas del estrés en las mascotas que nos rodean es crucial para garantizar su bienestar y felicidad así como para volvernos los dueños responsables que merecen. 

En este artículo, te proporcionaremos las herramientas necesarias para identificar el estrés de tu perro y actuar en consecuencia. Prepárate para fortalecer el vínculo con tu mascota y crear un espacio de armonía donde ambos puedan prosperar.

¿Cómo se manifiesta el estrés en los animales de compañía y por qué es importante aportar soluciones?

Los animales tanto como los humanos tienen necesidades básicas para su bienestar: acceso a comida y agua suficiente, dormir en un lugar seguro, etc. Pero no deberíamos minimizar el impacto de factores tal vez menos evidentes en la vida de nuestras mascotas. Nuestra responsabilidad como dueños, desde el día en que decidimos adoptar un animal, es efectivamente alimentarlo y darle un hogar, también cuidarlo y evitar cualquier tipo de maltrato. Entre los cuidados que necesitan nuestras mascotas está la actividad física y la estimulación mental, el amor y la atención que reciben en su vida cotidiana. Cuando carecen de eso, pueden empezar a tensarse y desarrollar estrés. 

El estrés en los animales puede culminar en comportamientos desagradables e incluso enfermedades a largo plazo. Los cambios en el comportamiento canino nos pueden proporcionar buenos indicios del estrés que padecen. Por ejemplo, si tu perro destruye objetos, muerde muebles o zapatos, puede que esté aburrido o estresado. Si orina dentro, o donde no debería, también puede ser una señal de que algo no está bien. 

Si el cambio es repentino, cabe preguntarse qué cambió en la vida del animal y tratar de encontrar nuevas maneras de solucionarlo. 

¿Cómo saber si mi perro está estresado?

Los síntomas de estrés más comunes en perros

Cada perro es distinto, pero si el tuyo padece estrés, lo más probable es que manifieste uno o varios de los síntomas siguientes:

• Hiperactividad: tu perro es demasiado activo, no logra estar quieto. No parece capaz de descansar cuando estás cerca, no se tumba. Parece sobreestimulado sin que las circunstancias justifiquen esta actitud.

• Dificultades para concentrarse: tu perro no escucha o no obedece. Incluso si ha sido adiestrado, ya no reconoce los comandos. 

• Reacciones excesivas o erráticas: jadeos continuos (anormales si no está haciendo ejercicio o si el clima no es especialmente caluroso), se asusta muy fácilmente, ladra.

• Comezón y pérdida de pelo: tu perro se rasca mucho y pierde pelo fuera de épocas de muda.

• Cambios en las funciones físicas: rechaza la comida / no hace sus necesidades en el lugar correcto.

En general, estos síntomas surgen después de un cambio: viaje, mudanza, ausencia de los cuidadores, tener que convivir con otros animales, o al contrario falta repentina de socialización con perros. Un cambio en el nivel de actividad puede generar estrés también, en especial si los paseos se vuelven menos largos o frecuentes y no se compensan con actividades de interior, por ejemplo.

La mayoría de los perros son sensibles al ruido. Los que no están acostumbrados a la ciudad pueden vivir un estrés muy agudo al llegar en un ambiente tan distinto a su vida en una privada/un jardín. Las tormentas y los cohetes también son un tema para muchos caninos.

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Soluciones para minimizar el estrés en perros

Si identificas un cambio en la actitud de tu mascota, trata primero de entender cuál es la fuente para aportar la solución más adecuada. Si no estás segurx, prueba varias estrategias.

• Darle atención y amor: aunque tengas que salir de tu casa, procura crear espacios de complicidad con tu perro una a dos veces al día. Háblale, acarícialo, juega con él.

• Aumentar el nivel de actividad: sacar a tu perro una vez más al día o cambiar algo de su rutina (llevarlo al parque canino por ejemplo) puede resultar muy fructífero. El paseo no tiene que ser más largo, puede ser un paseo con adiestramiento para aumentar su complicidad / trabajar la concentración. 

• Proporcionar soluciones al aburrimiento y el estrés: dejar a tu perro juguetes de inteligencia o premios que masticar puede ayudar. Intenta dejarle un video con ruidos calmantes cuando te vas, o ponerle la radio o la tele.

Si tu problema no se soluciona o empeora, no dudes en acudir a un profesional del comportamiento canino, un veterinario o etólogo que podrá darte un diagnóstico personalizado. En el caso de observar cambios en los hábitos de tu perro, si te preocupa la salud de tu mascota, es esencial buscar una específica a tu situación.